viernes, 26 de diciembre de 2014

Equilibrio

La mejor señal de equilibrio en una vida es un sentimiento de bienestar, optimismo y una clara conciencia. La base para lograrlo es cuidar la propia espiritualidad, conservar en todo momento un espíritu apacible, afable y reflexivo. De ese modo sabré intuitivamente como satisfacer las diversas responsabilidades. Sólo puedo dar a los demás lo mejor de mí mismo cuando estoy en plena forma.

Para sentir este estado de plenitud debo fortalecer mi capacidad de permanecer estable ante las diferentes situaciones y escenas de la vida. Y junto a la estabilidad, tengo que desarrollar la habilidad de mantener un equilibrio entre:

Ser alegre, pero no excesivamente extrovertido.
Ser sincero, pero no herir.
Ser firme en las ideas pero no arrogante.
Ser humilde pero no sumiso.
Ser rápido pero no impreciso.
Estar contento pero no ser complaciente.
Ser despreocupado pero no ser descuidado.
Ser amoroso pero no apegado.
Ser pacífico pero no pasivo.
Ser disciplinado pero no rígido.
Ser flexible pero no débil.
Ser obediente pero no ciego.
Ser dulce pero no pegajoso.
Ser moldeable pero no tonto.
Ser introvertido pero no cerrado.
Ser decidido pero no testarudo.
Ser valiente pero no agresivo.


La llave del optimismo

El optimismo abre una puerta en las situaciones difíciles o desesperadas. El optimismo sabe que siempre hay un camino, no importa cuántas puertas se hayan cerrado. El optimismo cree que siempre existe una alternativa útil.

No importa cuál sea la crisis, un optimista mantiene la perspectiva de que es una señal, el momento para pensar de una manera diferente, o para una nueva forma de hacer las cosas. A veces la señal tiene que ser muy clara, incluso dura, o de lo contrario seguiremos en un auto-engaño y no despertaremos. Por supuesto, si nos falta optimismo, en vez de dar un paso hacia nuestra reinvención, surgirán la queja, el resentimiento o incluso la desesperación.

Los optimistas permanecen asidos a la esperanza. No ignoran la realidad ni las consecuencias de la negatividad, pero no se desesperan ni se pierden en el caos que surge cuando se abre la caja de Pandora, que libera hacia el mundo todas las cosas negativas. Hay muchas cajas así en la vida cotidiana que se abren a menudo, pero el optimismo nos capacita a encontrar soluciones para los problemas que nos asaltan.

Sabiendo que se pueden construir puentes, viendo que después de la tormenta brilla el arco iris con sus variados colores, los optimistas nunca se dan por vencidos. Tienen claro que si lo hacen, la caja de Pandora permanecerá abierta y todo tipo de demonios – de miedo, de caos y de angustia - seguirán emergiendo.

Para mantener una actitud optimista, mantén una determinación amable que te permita enfocarte en las posibles alternativas y encontrar las soluciones a los problemas. Sé flexible y capaz de ser guiado. Combina el arte de hacer que las cosas sucedan con la habilidad de permitir que las cosas sucedan, sabiendo que todo es una cuestión de encaje en el tiempo. Date cuenta de que se necesita considerar más de un factor a fin de construir con éxito un puente o encontrar una solución.

martes, 23 de diciembre de 2014

Cuidar las relaciones

La raíz del sufrimiento, es el apego. Has creado un espacio en tu mente que mantiene a esa persona u objeto como parte de ti mismo.
Cuando se critica, se desprecia o deja de estar contigo esa persona u objeto, sientes dolor en la mente, tienes el sentimiento de pérdida.
Si quieres ser feliz has de aprender a amar y apreciar, manteniendo al mismo tiempo tu independencia.

La persona sensata sabe que enfadarse con alguien es perder tiempo y energía. Después hay que esforzarse por reconstruir esa relación.
Es mucho más útil, respirar profundamente, poner atención a tu actitud y responder sin apresurarte. De esta manera, mejora y fortalece tus relaciones con los demás, crea confianza y ellos perdonarán tus errores.

Para crear buenas relaciones:
Con tu mente, piensa en lo que puedes aprender de los demás.
Con tus ojos, mira las cualidades de los demás.
Con tus palabras, valora, reconoce y aprecia sus logros.
Con tus acciones, colabora y haz algo por los demás.

Para vivir en paz procura no depender de nadie, pero a la vez ayuda a los demás a que no dependan de ti.
Ayúdales a ser personas independientes, libres y responsables de sus vidas. De la misma forma asegúrate de no causar pesar o dolor a nadie. Y no permitas que los demás se conviertan en una fuente de dolor para ti.

El gran enemigo de la paz es el ego. El ego te hace juzgar a los demás y pensar en ellos deforma inadecuada. Te hace forzarles a que actúen como tú quieres. De esta manera olvidas que eres un estudiante y que estás aquí para aprender.

Si en lugar de aprender, empiezas a dar consejos, a decir a los demás lo que deberían hacer, y pretendes que cambien, estás olvidando una lección importante de la vida, y es que en tus manos tan sólo está tu propio cambio personal y no el de los demás.


La llave del entusiasmo

El entusiasmo es la llave maestra para sentirse en plenitud. Funciona como un doble impulso de energía. Mantiene al ser completamente positivo y más allá de la influencia de la negatividad a la vez que hace que los demás se sientan también alentados. Es como si el entusiasmo abre una ventana, “desenganchando” a las otras personas de un estado mental estrecho, melancólico o desalentado. El entusiasmo nos da fe en la realidad de otras posibilidades.

La palabra entusiasmo se deriva del término griego “enthusiasmos”, que significa “estar en Dios, o estar en lo divino”. Cuando estamos espiritualmente vivos, entonces vemos, pensamos, sentimos y actuamos de formas nuevas y creativas cuando afrontamos una situación “bloqueante”.

De esta manera, una persona con entusiasmo nunca ve un problema como “problema” o un obstáculo como “obstáculo”. Se eleva por encima de las influencias del miedo, la duda o el pesimismo. En lugar de ello, imagina soluciones, crea puentes y en vez de luchar con un obstáculo, lo disuelve. El entusiasmo es una terapia que rompe la fuerza de la gravedad y cambia la actitud de “enganche mental” que parece atrapar a las personas en ciertas perspectivas o actitudes, no importa cuán dañinas puedan ser.

El entusiasmo nos da fortaleza y dirección cuando nuestros pensamientos entran en una espiral descontrolada o giran en círculos cansinos. También es una gran terapia para un corazón herido, cuando las emociones tales como el resentimiento, el dolor, el orgullo o el rechazo vacían nuestra buena voluntad y espontaneidad.

Para desarrollar entusiasmo, ten fe en la bondad de la vida y en la bondad original del ser y de los demás. Ten la fe de que no importa lo que suceda, no importa cuán incomprensible o negativo pueda parecer algo, detrás de la cortina oscura yace una lección escondida o un beneficio oculto.


sábado, 20 de diciembre de 2014

El regalo del tiempo

Si pensamos acerca del tiempo como un regalo, sabemos que es precioso, sabemos que es poderoso, pero quizás pensamos que sólo hemos recibido un fragmento limitado. Cada vida limitada a un número de días, invalorable, pero finito.

Un regalo mayor es saber que tenemos tiempo sin fin.

El mayor regalo es aprender que podemos ser amos del tiempo.

En el silencio y la quietud podemos salir fuera de los límites del tiempo y conocer sus tres facetas: el pasado, el presente y el futuro. No sólo nuestra propia historia, sino la historia del mundo entero. En la calma y el silencio, llegamos a comprender la gran y decisiva verdad del tiempo.

El tiempo nos explica sus secretos.

El tiempo nos llama…

De las manecillas del reloj, vemos como los minutos y horas avanzan, cómo los días se convierten en noches y de vuelta en días nuevamente, experimentamos cómo se mueve el tiempo. El tiempo siempre nos ha dicho que se mueve en círculos. Ahora nos dice que el tiempo está volando. Y nosotros todavía estamos caminando, tropezando. Nos hace señales para que lo alcancemos.
Cuando no comprendemos cómo funciona el tiempo, buscamos cosas temporales, cosas encerradas en el tiempo – posesiones y posición, nombre y fama, relaciones y apegos. Las cosas temporales pasarán, a medida que el tiempo pasa.
Dios nos susurra en un oído, “¿Qué estás haciendo?” Y el tiempo nos llama por el otro, “El tiempo esta volando…”

El tiempo corre por delante…
Quizás sentimos que el tiempo nos controla, que nos persigue. Decimos que no tenemos tiempo para hacer lo que queremos hacer. “Si tuviera tiempo…” Sin embargo cada hora se da a cada uno en igual medida. Si elegimos, podemos decir, “Crearé tiempo”; podemos ser los amos del tiempo, no sus esclavos. Podemos decir, “El tiempo es mi posesión personal que me puede traer abundancia”. Los demás se pueden beneficiar mediante nuestro buen uso del tiempo si tomamos conciencia de su verdadero valor.

Liberación del pasado…
El tiempo sólo se mueve hacia delante. Deja el pasado atrás. Sin embargo, a menudo nos olvidamos de avanzar hacia delante, fuera del pasado. Las decepciones, las cosas que hubieran podido ser, los viejos sufrimientos se amontonan en nuestra conciencia. Acumulamos archivos y archivos de viejos recuerdos, volviendo a veces a abrir uno, y a veces otro. Liberarnos es desconectar en un segundo nuestras mentes de estos viejos archivos polvorientos.
La compasión de Dios nos ayuda a tratar con el pasado.
Podemos aceptar un consejo del tiempo: deja el pasado allí donde pertenece… en el pasado.

Liberarse del futuro…
Incluso cuando nos liberamos de la atadura del tiempo pasado, podemos crear cadenas imaginarias en el futuro. No podemos disfrutar de la satisfacción en el presente cuando perseguimos nuestro siguiente deseo. Decimos: “Seré feliz cuando…”. “Si simplemente…”. El miedo y nuestras falsas premoniciones nos roban nuestra felicidad del presente. Con fe y esfuerzo determinado podemos hacer cambios en el presente que da forma a nuestro futuro. El futuro es una casa que construimos hoy, pero en la que no podemos vivir hasta mañana. El amor de Dios nos da coraje para vernos a nosotros mismos claramente y para cambiarnos ahora.

El regalo del presente…
El regalo del tiempo que siempre nos puede dar felicidad es el momento presente. En el recuerdo de Dios y con plena conciencia del presente tenemos poder sobre el tiempo. Tenemos la determinación de decir, “lo haré ahora”. De hecho, no sólo de decirlo, sino también de hacerlo. No podemos decir qué nos va a traer el tiempo. No hay forma de saber qué va a suceder en el próximo momento. No hay garantía para la vida. Así que vivir cada momento con todas las cuentas saldadas, todos los deberes hechos, todo completado es vivir realmente en este momento ahora. La compañía siempre presente de Dios nos recuerda que hagamos el mejor uso del presente.



jueves, 18 de diciembre de 2014

El espejo de las relaciones

Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos. En nuestra consciencia, los demás actúan como un espejo, en el que vemos reflejadas diferentes cualidades o aspectos del ser.

Cuando vemos un defecto en alguien y sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese defecto existe en nuestro interior. Es nuestra inconsciencia lo que nos hace pensar que el defecto sólo existe “ahí fuera”, en esa otra persona. Si vemos en alguien ese mismo defecto e internamente nos sentimos neutrales o comprensivos o empáticos, entonces podemos entender que estamos en una consciencia correcta y espiritual.

Como seres espirituales, nos damos cuenta de la importancia esencial que tiene nuestra manera particular de percibir a los demás y al mundo en general. Hacernos conscientes del alma significa estar despiertos y atentos a todos estos procesos que tienen lugar en nuestra consciencia.

Para impulsar de forma activa nuestro proceso de transformación interior, es muy importante practicar de manera consciente el enfocar nuestra atención en las especialidades, virtudes y cualidades positivas de los demás. Esta atención consciente e intencional nos beneficia y fortalece, ya que todo lo que apreciamos y reconocemos en los demás, se potencia también en nuestro interior.

Buenos deseos

La base de recibir la cooperación de todos es el estado de tener buenos deseos. Quienes tienen buenos deseos automáticamente reciben la cooperación de todos. El sentimiento de buenos deseos automática y fácilmente crea en sus mentes el deseo de cooperar. Todos tienen amor en su corazón hacia las almas que tienen buenos deseos y es este amor lo que les hace cooperativos. Donde hay amor, todos están dispuestos a entregar su tiempo, riqueza y cooperación. Por tanto, alguien que tenga buenos deseos hará a los demás amorosos, y el amor les capacitará a ofrecer todo tipo de cooperación.

Un alma con buenos deseos fácilmente reclamará el certificado del contentamiento de todos. Sólo aquellos que tienen buenos deseos son siempre capaces de tener la personalidad de contentamiento.

Cuando damos a los demás el logro de la felicidad, el apoyo, las alas del coraje y del fervor y el entusiasmo, las bendiciones y buenos deseos que se despiertan en ellos les capacitan a avanzar espiritualmente.

Así como a través de las palabras capacitamos a las almas a tener sentimientos de amor y cooperación, de la misma forma, cuando tenemos buenos deseos y nos estabilizamos en un estado amoroso, cualesquiera que sean nuestros sentimientos, haremos que esos mismos sentimientos surjan en esas almas. Nuestros buenos deseos encenderán sus sentimientos. Del mismo modo que con una vela encendemos otra vela, de la misma forma, nuestros poderosos buenos deseos fácilmente harán que emerjan los sentimientos más elevados en los demás.

Así como el teléfono inalámbrico y los móviles nos facilitan la comunicación, de la misma forma, estos pensamientos puros darán la experiencia de hablar directamente, cara a cara, con otras almas. Éstas son las especialidades del poder del silencio. Para beneficiarnos del poder del silencio necesitamos experimentar con sus métodos.


viernes, 12 de diciembre de 2014

Examinar y cambiar: la clave de la armonía interna

En mayor o menor grado, todos hemos tenido la experiencia de dar un mensaje en el que no creíamos verdaderamente. O, en contra de nuestra voluntad, tomar parte en una conversación sobre chismes. O decir o hacer algo que no coincidía con nuestros valores. Y aunque la causa fuera política, social o culturalmente correcta, como evitar herirnos o herir a otro, satisfacer las expectativas de los demás hacia nosotros, o decirlo o hacerlo porque “lo sentimos así”, esos pensamientos, palabras o acciones falsas tienen un efecto. Experimentaremos las consecuencias no sólo como una falta de armonía y conflictos internos, sino también en las relaciones con los demás. El estrés aumenta, la paz disminuye y el mundo se deteriora un poco más.

Al alinear los pensamientos, las palabras y las acciones con los principios divinos y universales que gobiernan la naturaleza y la conducta humana, automáticamente reducimos las tensiones, porque actuamos desde una posición pura. Cuando las motivaciones se basan en valores correctos de acuerdo con las leyes fundamentales y naturales, pensamos, hablamos y actuamos de forma que se garantiza el éxito, los logros y la paz mental.

Simplemente enfocándonos en nuestro interior se revelarán esos principios, esas verdades irrompibles, permanentes y fundamentales que trascienden todos los sistemas de creencia. Son leyes naturales y espirituales, y el conocimiento de esas verdades está en el corazón de cada alma humana. Son conceptos tales como la justicia y la paciencia, la honestidad y la integridad, la benevolencia y el respeto, la precisión y la flexibilidad y todas las demás virtudes divinas que son parte de nuestro potencial más elevado.


lunes, 8 de diciembre de 2014

Meditación

Meditación es el descubrimiento de nuestro punto de silencio interior, que es como una aguja de la brújula que nos guía hacia la dirección correcta en el momento correcto. Volverse silencioso, calmado en medio del océano de acciones agitadas y ruidosas, es una elección personal. Cuando esto se consigue, la calma actúa para la mente como oxígeno, proporcionando la respiración para entender y enriquecer la vida. Por supuesto, las acciones son necesarias, como expresión de nuestro ser a través del tiempo, las relaciones y los roles que interpretamos. Sin embargo, si no nos detenemos de vez en cuando y tomamos un respiro de silencio, entonces la mente empieza a sofocarse, los pensamientos se aceleran y el cerebro se experimenta como si estuviera en una olla a presión. Las emociones erupcionan y reaccionan como volcanes, los ojos se marean con las montañas de información y la cabeza se siente como una montaña rusa. Esto es estrés. La cabeza necesita subir para respirar, dejar la jungla de presiones, fechas límite y velocidad y desacelerar para encontrar el punto de silencio interior.

La meditación es el método para encontrar ese punto que recarga la mente con paz, claridad y equilibrio. La meditación supone:

1. Retornar.
La meditación es el método para retornar a las cualidades originales del ser: paz, pureza, amor, dicha y sabiduría. Sólo podemos hacer esto llevando nuestros pensamientos hacia el interior.
Empiezo a encontrar mi fortaleza original reuniendo la energía de mi mente. Con pensamiento concentrado, me enfoco en reencontrarme con mi verdadero ser.

2. Relajarse.
En la meditación la mente se desconecta de los pensamientos de todo lo externo y se conecta con el ser interior. De esta forma puede recibir la corriente positiva de la fortaleza original del ser: una fuente pacífica de energía. Sin embargo, al principio puede ser difícil desconectar todos los enchufes de nuestra vida cotidiana: los enchufes del apego, la preocupación, la velocidad, etc. Requiere un esfuerzo.
A medida que me conecto con la “fuente puntual” de energía del ser, localizada en el centro de mi frente, empiezo a relajarme, a eliminar de la mente las muchas tensiones y demandas del mundo exterior.

3. Recordar.

A medida que la mente se relaja y se concentra en la “fuente puntual” de energía de paz, la persona empieza a recordar su identidad espiritual. La causa de que las personas estén tan desorientadas en sus vidas y de que a menudo encuentren la vida aburrida, tediosa o vacía es que han olvidado quiénes son realmente. 
En el silencio, yendo hacia el interior, empiezo a recordar lo que he olvidado: soy un ser espiritual, una fuente puntual de energía positiva. Mi espíritu es mi realidad!

4. Soltar.
A medida que recordamos la realidad olvidada del ser como un ser espiritual y empezamos a experimentar nuestra fuente interna de paz, nos liberamos de la negatividad de nuestra mente: pensamientos de desperdicio y pensamientos llenos de dudas, miedo y preocupación – los tres grandes dragones que dominan nuestra mente constantemente. 
A medida que empiezo a gobernar mi propia mente, me libero de la preocupación que deja lisiada mi confianza, del miedo que secuestra mi coraje y de la duda que ridiculiza cada intento que hago de devolver la esperanza a mi vida.

5. Reaprender.

A medida que nos volvemos libres, empezamos a respetarnos a nosotros mismos y reaprendemos qué significa valorar nuestro ser, nuestra vida y nuestra existencia en esta gran obra de la vida. Aparecen las verdades olvidadas y empieza una nueva educación del ser. 
Soy capaz de comprender la eternidad y la espiritualidad y emergen sentimientos de mi verdadera humanidad.

6. Redescubrir.
A medida que reaprendemos, redescubrimos nuestros valores espirituales y recursos y, reconociendo que siempre estuvieron ahí, tomamos la resolución de utilizar estas verdades intrínsecas silenciosas, que son los cimientos de una mejor calidad de vida. 
Soy un ser positivo, lleno de propósito, que tiene algo único que ofrecer a la vida..

7. Restablecer.
A medida que empezamos a usar estas verdades espirituales, se restablecen nuestras fortalezas y cualidades originales. Se produce una transición en la conciencia que permite que la confianza y la autoestima se conviertan en una forma natural de ser. 
Me valoro como un ser de paz y de amor y sé que en mi interior dispongo de todas las cualidades que necesito para superar todos los retos de la vida.

8. Recargar.
El salto de conciencia que se produce cuando conectamos con nuestro ser interno espiritual es una poderosa manera de recargar las energías de la mente humana. Ésta se llena con una profunda tranquilidad que fluye en nuestros pensamientos y después se refleja en nuestras palabras y acciones. Se abre un mundo con una nueva visión en la que hay auto-dominio y aceptación de la vida tal como es. 
Tengo la fortaleza interior de desprenderme de los enjuiciamientos, la insatisfacción, la impaciencia y para reemplazar las energías negativas con una perspectiva más positiva.


sábado, 6 de diciembre de 2014

Sé feliz

La felicidad no es el final de tu viaje, ¡la felicidad es el viaje en sí! Se dice que no hay nutrición como la felicidad. Aquí encontrarás algunas formas prácticas de ser feliz que te ayudarán a sentirte contento, no sólo de vez en cuando, sino todo el tiempo.

Sé feliz haciendo tus deberes
Aprender a establecer y sustentar una actitud constantemente contenta requiere algún esfuerzo. Si te gusta estudiar este arte, requerirá de ti un poco de tiempo y espacio para la reflexión silenciosa, alguna inspiración y mucha práctica. ¿Qué es lo que deberías practicar cada día? Auto-respeto, compasión y amabilidad. Esta es la ruta a la felicidad, y la práctica continua te llevará allí.

Sé feliz aceptando la obra de la vida
El secreto de estar contento es saber que has sido invitado a la gran obra de la vida, pero sólo como un actor – no como director o crítico. Simplemente tienes que interpretar tu papel lo mejor que puedas, con honestidad y humildad, respetando siempre el papel de los demás actores.

Sé feliz soltando el pasado
Los momentos pasados son como monedas que ya has gastado; no tienen valor en el presente – nunca las puedes volver a gastar. Sin embargo, cada minuto nos ofrece la oportunidad de crear una nueva fortuna, siendo alegre y generoso con los demás. De esta manera empiezas a crear una cuenta sana para el futuro también. La moneda del contento es la paz personal y las acciones conscientes.

Sé feliz y no te desanimes
La felicidad es tu derecho de nacimiento. La posees en abundancia. Y depende de ti sujetarla. Cuando un tema de la salud, una circunstancia adversa o la decepción intentan arrebatarte la felicidad, tu tarea es permanecer estable y sereno, sabiendo que esta escena en la obra de la vida pasará y la paz se restablecerá. Si sigues sonriendo y permaneces liviano, tu alegría y bienestar sólo pueden crecer.


Sé feliz creando tu propia felicidad
Si esperas recibir felicidad de fuentes externas a ti, puede que te decepciones. Puede que pienses que la felicidad viene empaquetada como nuevas posesiones, o una nueva relación. Pero después de abrir todos estos paquetes, cuando veas la realidad de lo que contienen, descubrirás que el mejor paquete de todos es la felicidad en sí misma. Así que date a ti mismo el regalo de la felicidad completa hoy. Nadie ni nada más pueden hacerlo.


viernes, 5 de diciembre de 2014

Vive inspirado

“Inspirar” significa llenar a los demás de entusiasmo, confianza y creatividad. ¡Cuando estamos inspirados nos sentimos realmente vivos! 

Inspírate con tu propósito

Cada día, cuando te despiertes, pregúntate: “¿Quién soy yo?” “¿A quién pertenezco?” “¿Cuál es mi propósito en la vida?” Entonces cada mañana te reconocerás a ti mismo como un alma, un ser espiritual y un hijo de Dios, el amoroso ser supremo. Ten la meta de celebrar este hecho y ayudar a los demás a llegar a la misma comprensión y experiencia. Esto hará que te sientas energetizado.

Inspírate con las virtudes

En lo profundo de tu interior, posees todas las fortalezas y virtudes que puedas llegar a necesitar en la vida. Reflexiona durante unos momentos, dirígete a ese espacio interior de fortaleza y paz, selecciona la cualidad en particular que necesites, y haz que se manifieste. Mediante la energía de un pensamiento determinado, permite que se exprese en formas prácticas hoy mismo.

Inspírate contigo mismo
Recuerda que eres un ser único, que ha recibido el regalo de cualidades especiales; recuérdate todo lo que ya has conseguido. Siendo consciente de ti mismo como un ser espiritual pacífico, experimenta tu propio potencial para interpretar el rol que has recibido en la gran obra de la vida. Respétate a ti mismo, así tu confianza incrementará y verás que encuentras el coraje para seguir avanzando.

Inspírate con los demás
Sin impresionarte en exceso por los demás, observa a las grandes almas desde una distancia e identifica qué cualidades que poseen te gustaría adoptar en tu vida. Incluso si alguien no te impresiona, desde la misma distancia, también obsérvales y después, con un corazón generoso, identifica también su fortaleza especial – cada ser espiritual tiene una fortaleza particular que es admirable. Esa generosidad te proporcionará un corazón feliz.

Inspírate con la naturaleza
Tómate un tiempo en medio de tu apretado horario y las preocupaciones mundanas, para considerar el mundo de los elementos. Uno no puede sino inspirarse con la belleza y majestuosidad de la naturaleza – desde la fragante delicadeza de los pétalos de las flores, de una diminuta semilla o una nueva planta que brota hasta el inmenso poder del océano o del volcán erupcionando. Cuando cooperamos con los elementos, nos damos cuenta de que la naturaleza comparte su abundancia con nosotros; cuando desperdiciamos sus recursos y maltratamos la tierra, puede que tengamos que afrontar las consecuencias. Cooperemos con la naturaleza para crear una asociación pacífica y productiva.


miércoles, 3 de diciembre de 2014

El actor y la obra

La vida es como una obra de teatro – interpretas tu propio papel y te rodean muchos otros actores que también interpretan sus propios papeles individuales. No sabes qué escenas van a aparecer en la obra, así que tienes que prepararte para lo que sea que pueda suceder. A veces viene un gran éxito sin que realmente lo hayas estado buscando... a veces haces grandes esfuerzos por conseguir algo, y sin embargo no funciona y parece un fracaso. En ocasiones otros consiguen lo que tú siempre has querido, y a veces tú consigues lo que otros han estado intentando conseguir.

Es importante saber extraer el beneficio de cada escena para nuestro progreso en la vida. Por ejemplo, ¿cuál es mi relación con el fracaso? ¿Es algo que me deprima o desanime? ¿O lo veo como una experiencia de aprendizaje?... ¿Algo que me permitirá desarrollar mayor sabiduría para la próxima vez, de forma que mi preparación sea mejor y no vuelva a cometer el mismo error?

El arte de ser un observador desapegado nos capacita a relacionarnos con la vida de una manera muy equilibrada. Hay ocasiones en las que tenemos que actuar e interpretar nuestro papel de una manera muy activa. En otras ocasiones, lo correcto es hacerse a un lado de la escena y simplemente observar. La habilidad de cambiar de estar en el centro del escenario a ser parte de la audiencia... y volver de nuevo, nos capacita para disfrutar las escenas de la vida, sin quedarnos exhaustos debido a escenas que no nos gustan o perdernos en las que nos gustan. Cuando podemos ver las cosas como el observador desapegado, entonces somos muy útiles para los demás, para ayudar, para ofrecer apoyo, para ver las cosas desde una perspectiva diferente.


sábado, 29 de noviembre de 2014

Pensamientos puros y elevados

Los pensamientos puros son pensamientos del ser eterno. Tales pensamientos nos conectan siempre con el estado natural y original de paz, felicidad y pureza del alma.

En relación a los demás, los pensamientos puros nunca se basan en su personalidad externa y limitada, siempre mantendrán la visión de su naturaleza espiritual y sus cualidades. Los pensamientos puros no tendrán nunca ningún componente de rechazo, juicio, venganza o envidia. Su base será siempre la energía del amor y eso incluye empatía, comprensión, compasión y especialmente buenos deseos.

Así, cuando nuestra mente opera desde los pensamientos puros, la experiencia práctica será un sentimiento de liviandad y fluidez, es como si fluimos a través de las escenas de la vida sin dejar rastro y sin que esas escenas dejen rastro en nuestra conciencia. A este estado se le describe también como el estado angelical.

Desde una mente que está funcionando en base a pensamientos puros y elevados, la conexión con el ser supremo es natural y fácil, ya que entramos en sintonía con la misma calidad elevada de vibraciones espirituales. A través de esta conexión, el alma se llena de un caudal ilimitado de amor, paz y felicidad.

Los pensamientos puros y elevados son una protección para el ser. Hacen nuestra mente fuerte, estable y poderosa y nos protegen de las vibraciones e influencias negativas. 

Así, tenemos que hacernos más conscientes del valor, el poder y la influencia de los pensamientos puros y elevados y, tanto como podamos, nutrirlos y sustentarlos en nuestra mente a lo largo del día.


viernes, 28 de noviembre de 2014

Desapego

Necesitas fortaleza para permanecer libre de la influencia de los demás. El desapego es esta fortaleza. Si no logras permanecer desapegado de las influencias no serás capaz de mantener tus pensamientos bajo control. Te hundirás así en una espiral descendente hasta que desaparecerá todo rastro de bienestar interno.
 
 El primer paso en el desapego es comprender quién eres como entidad espiritual. Esto te permite “desapegarte” de tu identidad física y de su mundo de pensamientos y sentimientos limitados, y “apegarte” en cambio a tu personalidad espiritual, el ser de fortaleza y paz interior.
 
 La vida diaria está llena de desafíos a este desapego. Por un lado estará tu conciencia espiritual, pero por el otro estará la atracción hacia los seres humanos y el mundo material. El desapego no significa alejarse de éstos, sino permanecer consciente de ti mismo como un ser espiritual e interpretar tu papel en el mundo. El desapego es, pues, mantenerte centrado en tu espiritualidad.


jueves, 27 de noviembre de 2014

Expectativas

Las expectativas nacen del apego e identificación a una creencia o imagen mental de cómo tienen que ser las cosas. Si exploramos un poco por debajo de la superficie, veremos que generalmente hay un deseo de controlar, de tener control sobre la situación, persona o personas objeto de nuestras expectativas.

Se dice que tener expectativas es hacer una invitación abierta a la irritación. Para identificar y reconocer nuestras expectativas, un método sencillo es auto-observarnos y detectar aquellos momentos en los que se genera intranquilidad o irritabilidad en nuestra mente. 

Con una actitud neutral y honesta, en esos momentos en los que detectamos una reacción interna ante algo que está sucediendo, nos podemos preguntar: “¿A qué resultado estoy apegado? ¿Qué es lo que no encaja con mis expectativas?”. 

En el momento en que nos damos cuenta y alcanzamos un nivel de comprensión de lo que nos sucede, gran parte del problema ya ha desaparecido. Cuando reconocemos que tenemos expectativas y que éstas nos impiden mantener tranquilidad y estabilidad en nuestra mente, el siguiente paso es aprender a distanciarnos y desapegarnos internamente de las mismas.

Puede ser en relación al comportamiento de una persona, tenemos la expectativa de que nos trate de cierta manera, o de que no nos critique o de que sea amable, y nada de eso sucede. O bien podemos tener la expectativa de que las cosas sucedan de una forma determinada, de acuerdo a nuestros deseos, y nuevamente nada de lo que esperamos sucede. En cualquiera de estos casos, el indicador de que tenemos apego y expectativas es el nivel de estrés e irritación que se genera en nuestra mente.

Liberarse de expectativas es esencial para disfrutar de la vida desde una mente tranquila y abierta. Un principio que nos ayuda a crear la actitud mental necesaria y desapegada para descartar las expectativas es el de que, en realidad, no podemos controlar nada externo a nosotros, pero lo que sí podemos controlar y manejar plenamente es la actitud interna desde la que respondemos a las situaciones de la vida.


martes, 25 de noviembre de 2014

Comunicar y conectar

La comunicación es un aspecto esencial en nuestras vidas. Cuando nos comunicamos, expresamos algo de lo que somos y eso es lo que le llega al otro. Cuando la comunicación fluye bien, surge un sentimiento de pertenencia y podemos identificar con facilidad el territorio común. Eso se aplica tanto si me estoy comunicando conmigo mismo, con otra persona o con una audiencia de 500, y también en mi relación con Dios.

La comunicación no es sólo verbal; detrás de lo que digo hay una variedad de actitudes, creencias, valores y sentimientos. Puede que deseemos comunicar un mensaje en particular pero a menudo nuestras palabras surgen llenas de “ruido emocional” – nuestros sentimientos, opiniones o intenciones personales, que de hecho distorsionan o anulan el mensaje.

Es importante que sea claro y honesto – tanto para mí mismo como para los demás – y me ciña a lo que es relevante y de ayuda para la otra persona. Mantener mi propia autoestima me ayudará a comunicarme de una manera positiva. A veces tengo que detenerme y decirme a mí mismo: “Espera un momento, mi valor no cambia debido al resultado de esta discusión”.

La calidad de mi comunicación refleja la calidad de mis relaciones. La comunicación espiritual tiene que ver con expresar mis propias cualidades y positividad, hay un flujo positivo de energía entre nosotros y cada uno se siente valorado y amado.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Dos tesoros esenciales: Tiempo y pensamientos

Dos poderes o fortalezas del alma que necesitamos en la vida son el poder de controlar y el poder de gobernar, particularmente nuestros pensamientos. No necesitamos controlar ni gobernar a los demás, sino que tenemos que controlarnos a nosotros mismos internamente.

Es esencial para nuestro rápido progreso descartar los pensamientos inútiles y usar nuestro tiempo fundamentalmente para el beneficio del ser y para servir y beneficiar a los demás y al mundo en general. Esta es la llamada del tiempo. Necesitamos poner un doble candado a los pensamientos de desperdicio y terminarlos. 

Cuando miramos la condición del mundo en la actualidad, nos damos cuenta de que ahora no es el momento de perderse en un camino de pensamientos inútiles sin destino. Necesitamos crear conscientemente pensamientos que nos ayuden a conseguir claridad en nuestro interior. El tiempo y los pensamientos son dos tesoros invalorables que necesitamos utilizar de la manera más digna posible.

Al mismo tiempo, en términos de nuestro crecimiento, uno de los objetivos que debemos mantener enfrente es el de ser un conquistador de todos los apegos. Para ello necesitamos poder y fortaleza espiritual. Aprender a tomar poder de la fuente espiritual, del ser supremo, y retraer la mente y el intelecto de todas las demás direcciones, incluyendo las múltiples atracciones y distracciones que se derivan del propio cuerpo físico, de las demás personas y de las posesiones materiales. Es importante desarrollar amor e interés por la práctica espiritual, por el ejercicio de la mente e intelecto que llamamos meditación.

A la vez, es muy beneficioso mantener nuestro intelecto lleno de conocimiento espiritual, de manera que se haga elevado, calmado y poderoso, y así podamos gobernar pacíficamente nuestra mente.


domingo, 23 de noviembre de 2014

Transformación

Decimos que a fin de que se dé la transformación del mundo, primero necesitamos transformar nuestro ser. Necesitamos ser el cambio que queremos ver en el mundo. Sin embargo, muchas personas no pueden transformar su ser debido al trabajo sutil que se requiere para esto. Una de las causas de que la transformación en profundidad sea difícil es que nos hemos apegado a una vieja manera de ser y nuestra identidad se ha vuelto dependiente de la misma.

La transformación del ser significa liberarse uno mismo de su vieja identidad, una identidad que arrastra capas y capas de diversas formas de apegos. Necesitamos detectar las características adquiridas que hemos acumulado a lo largo del tiempo – características que nos han alejado de nuestro ser verdadero y nos han metido en una caja.

Al hacer esto, estamos participando activamente en nuestra propia exploración personal y en el descubrimiento de “quién soy yo”. Necesitamos revisarnos antes de que podamos cambiarnos. Necesitamos saber quiénes somos antes de poder saber qué papel interpretar en el mundo. El principio sutil de este proceso es: Hasta el punto en que yo me prepare interiormente, hasta el mismo punto seré capaz de ser parte de la transformación en el exterior.

Ni un solo día debería pasar en el que no nos hayamos preguntado: “¿Cuál es mi propósito para hoy? ¿Cuál es el propósito de mi vida hoy?” Y al final del día deberíamos preguntarnos: “¿Qué beneficio o aprendizaje obtuve del día de hoy? ¿Cómo se beneficiaron los demás de mí?”

Este propósito nos da la capacidad de hacer todo lo demás. Para fortalecer nuestro propósito, es esencial crear tiempo para sentarse en silencio y conectar con Dios cada mañana temprano, antes de empezar el día.