sábado, 29 de noviembre de 2014

Pensamientos puros y elevados

Los pensamientos puros son pensamientos del ser eterno. Tales pensamientos nos conectan siempre con el estado natural y original de paz, felicidad y pureza del alma.

En relación a los demás, los pensamientos puros nunca se basan en su personalidad externa y limitada, siempre mantendrán la visión de su naturaleza espiritual y sus cualidades. Los pensamientos puros no tendrán nunca ningún componente de rechazo, juicio, venganza o envidia. Su base será siempre la energía del amor y eso incluye empatía, comprensión, compasión y especialmente buenos deseos.

Así, cuando nuestra mente opera desde los pensamientos puros, la experiencia práctica será un sentimiento de liviandad y fluidez, es como si fluimos a través de las escenas de la vida sin dejar rastro y sin que esas escenas dejen rastro en nuestra conciencia. A este estado se le describe también como el estado angelical.

Desde una mente que está funcionando en base a pensamientos puros y elevados, la conexión con el ser supremo es natural y fácil, ya que entramos en sintonía con la misma calidad elevada de vibraciones espirituales. A través de esta conexión, el alma se llena de un caudal ilimitado de amor, paz y felicidad.

Los pensamientos puros y elevados son una protección para el ser. Hacen nuestra mente fuerte, estable y poderosa y nos protegen de las vibraciones e influencias negativas. 

Así, tenemos que hacernos más conscientes del valor, el poder y la influencia de los pensamientos puros y elevados y, tanto como podamos, nutrirlos y sustentarlos en nuestra mente a lo largo del día.


viernes, 28 de noviembre de 2014

Desapego

Necesitas fortaleza para permanecer libre de la influencia de los demás. El desapego es esta fortaleza. Si no logras permanecer desapegado de las influencias no serás capaz de mantener tus pensamientos bajo control. Te hundirás así en una espiral descendente hasta que desaparecerá todo rastro de bienestar interno.
 
 El primer paso en el desapego es comprender quién eres como entidad espiritual. Esto te permite “desapegarte” de tu identidad física y de su mundo de pensamientos y sentimientos limitados, y “apegarte” en cambio a tu personalidad espiritual, el ser de fortaleza y paz interior.
 
 La vida diaria está llena de desafíos a este desapego. Por un lado estará tu conciencia espiritual, pero por el otro estará la atracción hacia los seres humanos y el mundo material. El desapego no significa alejarse de éstos, sino permanecer consciente de ti mismo como un ser espiritual e interpretar tu papel en el mundo. El desapego es, pues, mantenerte centrado en tu espiritualidad.


jueves, 27 de noviembre de 2014

Expectativas

Las expectativas nacen del apego e identificación a una creencia o imagen mental de cómo tienen que ser las cosas. Si exploramos un poco por debajo de la superficie, veremos que generalmente hay un deseo de controlar, de tener control sobre la situación, persona o personas objeto de nuestras expectativas.

Se dice que tener expectativas es hacer una invitación abierta a la irritación. Para identificar y reconocer nuestras expectativas, un método sencillo es auto-observarnos y detectar aquellos momentos en los que se genera intranquilidad o irritabilidad en nuestra mente. 

Con una actitud neutral y honesta, en esos momentos en los que detectamos una reacción interna ante algo que está sucediendo, nos podemos preguntar: “¿A qué resultado estoy apegado? ¿Qué es lo que no encaja con mis expectativas?”. 

En el momento en que nos damos cuenta y alcanzamos un nivel de comprensión de lo que nos sucede, gran parte del problema ya ha desaparecido. Cuando reconocemos que tenemos expectativas y que éstas nos impiden mantener tranquilidad y estabilidad en nuestra mente, el siguiente paso es aprender a distanciarnos y desapegarnos internamente de las mismas.

Puede ser en relación al comportamiento de una persona, tenemos la expectativa de que nos trate de cierta manera, o de que no nos critique o de que sea amable, y nada de eso sucede. O bien podemos tener la expectativa de que las cosas sucedan de una forma determinada, de acuerdo a nuestros deseos, y nuevamente nada de lo que esperamos sucede. En cualquiera de estos casos, el indicador de que tenemos apego y expectativas es el nivel de estrés e irritación que se genera en nuestra mente.

Liberarse de expectativas es esencial para disfrutar de la vida desde una mente tranquila y abierta. Un principio que nos ayuda a crear la actitud mental necesaria y desapegada para descartar las expectativas es el de que, en realidad, no podemos controlar nada externo a nosotros, pero lo que sí podemos controlar y manejar plenamente es la actitud interna desde la que respondemos a las situaciones de la vida.


martes, 25 de noviembre de 2014

Comunicar y conectar

La comunicación es un aspecto esencial en nuestras vidas. Cuando nos comunicamos, expresamos algo de lo que somos y eso es lo que le llega al otro. Cuando la comunicación fluye bien, surge un sentimiento de pertenencia y podemos identificar con facilidad el territorio común. Eso se aplica tanto si me estoy comunicando conmigo mismo, con otra persona o con una audiencia de 500, y también en mi relación con Dios.

La comunicación no es sólo verbal; detrás de lo que digo hay una variedad de actitudes, creencias, valores y sentimientos. Puede que deseemos comunicar un mensaje en particular pero a menudo nuestras palabras surgen llenas de “ruido emocional” – nuestros sentimientos, opiniones o intenciones personales, que de hecho distorsionan o anulan el mensaje.

Es importante que sea claro y honesto – tanto para mí mismo como para los demás – y me ciña a lo que es relevante y de ayuda para la otra persona. Mantener mi propia autoestima me ayudará a comunicarme de una manera positiva. A veces tengo que detenerme y decirme a mí mismo: “Espera un momento, mi valor no cambia debido al resultado de esta discusión”.

La calidad de mi comunicación refleja la calidad de mis relaciones. La comunicación espiritual tiene que ver con expresar mis propias cualidades y positividad, hay un flujo positivo de energía entre nosotros y cada uno se siente valorado y amado.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Dos tesoros esenciales: Tiempo y pensamientos

Dos poderes o fortalezas del alma que necesitamos en la vida son el poder de controlar y el poder de gobernar, particularmente nuestros pensamientos. No necesitamos controlar ni gobernar a los demás, sino que tenemos que controlarnos a nosotros mismos internamente.

Es esencial para nuestro rápido progreso descartar los pensamientos inútiles y usar nuestro tiempo fundamentalmente para el beneficio del ser y para servir y beneficiar a los demás y al mundo en general. Esta es la llamada del tiempo. Necesitamos poner un doble candado a los pensamientos de desperdicio y terminarlos. 

Cuando miramos la condición del mundo en la actualidad, nos damos cuenta de que ahora no es el momento de perderse en un camino de pensamientos inútiles sin destino. Necesitamos crear conscientemente pensamientos que nos ayuden a conseguir claridad en nuestro interior. El tiempo y los pensamientos son dos tesoros invalorables que necesitamos utilizar de la manera más digna posible.

Al mismo tiempo, en términos de nuestro crecimiento, uno de los objetivos que debemos mantener enfrente es el de ser un conquistador de todos los apegos. Para ello necesitamos poder y fortaleza espiritual. Aprender a tomar poder de la fuente espiritual, del ser supremo, y retraer la mente y el intelecto de todas las demás direcciones, incluyendo las múltiples atracciones y distracciones que se derivan del propio cuerpo físico, de las demás personas y de las posesiones materiales. Es importante desarrollar amor e interés por la práctica espiritual, por el ejercicio de la mente e intelecto que llamamos meditación.

A la vez, es muy beneficioso mantener nuestro intelecto lleno de conocimiento espiritual, de manera que se haga elevado, calmado y poderoso, y así podamos gobernar pacíficamente nuestra mente.


domingo, 23 de noviembre de 2014

Transformación

Decimos que a fin de que se dé la transformación del mundo, primero necesitamos transformar nuestro ser. Necesitamos ser el cambio que queremos ver en el mundo. Sin embargo, muchas personas no pueden transformar su ser debido al trabajo sutil que se requiere para esto. Una de las causas de que la transformación en profundidad sea difícil es que nos hemos apegado a una vieja manera de ser y nuestra identidad se ha vuelto dependiente de la misma.

La transformación del ser significa liberarse uno mismo de su vieja identidad, una identidad que arrastra capas y capas de diversas formas de apegos. Necesitamos detectar las características adquiridas que hemos acumulado a lo largo del tiempo – características que nos han alejado de nuestro ser verdadero y nos han metido en una caja.

Al hacer esto, estamos participando activamente en nuestra propia exploración personal y en el descubrimiento de “quién soy yo”. Necesitamos revisarnos antes de que podamos cambiarnos. Necesitamos saber quiénes somos antes de poder saber qué papel interpretar en el mundo. El principio sutil de este proceso es: Hasta el punto en que yo me prepare interiormente, hasta el mismo punto seré capaz de ser parte de la transformación en el exterior.

Ni un solo día debería pasar en el que no nos hayamos preguntado: “¿Cuál es mi propósito para hoy? ¿Cuál es el propósito de mi vida hoy?” Y al final del día deberíamos preguntarnos: “¿Qué beneficio o aprendizaje obtuve del día de hoy? ¿Cómo se beneficiaron los demás de mí?”

Este propósito nos da la capacidad de hacer todo lo demás. Para fortalecer nuestro propósito, es esencial crear tiempo para sentarse en silencio y conectar con Dios cada mañana temprano, antes de empezar el día.