lunes, 27 de abril de 2015

Secuencia de pensamientos para meditar

Aunque muchos reconocen que la meditación es muy importante, pocos la practican. De entre los que lo hacen, el número de personas que realmente consigue ser eficiente en la práctica de la meditación todavía es menor. Sin embargo, aunque nunca hayas meditado, verás que es algo bastante sencillo. Basta con pensar en experimentar las cualidades originales del ser de paz, felicidad, poder, amor, etc.

La mejor manera de describir la meditación consiste en reproducir la secuencia de pensamientos más comunes que se origina en los primeros intentos de levantar el vuelo espiritual:

1. Escoge un lugar tranquilo y aireado y, si es posible, pon música suave de fondo.

2. Adopta una postura ni muy rígida ni muy relajada, pues, a fin de cuentas, no es el cuerpo el que está meditando. Es el ser.

3. Fija tu atención en el punto central de la cabeza donde se encuentra el ser consciente en el cuerpo y desde donde lo pensamos y lo decidimos todo.

4. Intenta permanecer en un estado de observador. Centrado mentalmente en el punto entre las cejas, observa la sala a tu alrededor, los sonidos de la música y de la calle. Toma conciencia del momento presente y a la vez procura mantenerte ligeramente desapegado de la escena en la que te encuentras. Así como puedes observar la sala y los sonidos, puedes, con el mismo sentimiento agradable de desapego, observar lo que sucede en tu vida.

5. Surgen con mucha naturalidad pensamientos de ayer, hoy o planes del mañana. Empieza a observar el propio proceso de los pensamientos. Pueden percibirse tres fases en cada uno de los pensamientos: la creación, la experiencia y la observación.

6. Deja que vengan sin ningún esfuerzo por tu parte para impedirlo. De este modo, empezarás a sentirte diferente en tu proceso de pensar, como si el verdadero yo fuera algo mucho mayor que una simple secuencia de pensamientos, muchas veces sin nexo.

7. Una vez estabilizado en la conciencia de observador desapegado, inicia la creación consciente de pensamientos relacionados con tu verdad intrínseca. Un ejemplo (hay que leer cada pensamiento y sentirlo profundamente):

Soy una energía consciente... Puedo pensar, decidir...
Toda mi energía ahora está concentrada en un punto entre las cejas... Soy una energía diferente del cuerpo físico... Dirijo el cuerpo... Es mi preciado vehículo pero yo soy el conductor...

Un día entré en esta forma física y un día la dejaré... Soy el ser, el alma... No soy un cuerpo con alma... Soy un alma y tengo un cuerpo... Ahora soy consciente de esto...

¿Cómo es mi verdadera naturaleza? Cuando me posiciono en esta postura de observador percibo mi tranquilidad... Soy un ser de paz... Nada ni nadie pueden cambiar lo que soy en esencia...
Como un pequeño faro, estoy encendido en el centro de la cabeza y empiezo a irradiar luz... la luz de mi paz...

8. Sin memorizar estos pensamientos, intenta hacer el ejercicio desde el principio hasta al final con los ojos cerrados.

Cuando adquieras más seguridad en el proceso de meditación, intenta hacerla con los ojos abiertos. La meditación con los ojos abiertos se convierte en una experiencia sublime. Tanto es así que la puedes practicar andando, detenido por el tráfico, en el trabajo o haciendo las tareas domésticas. Crea simultáneamente una experiencia de relajación agradable y de percepción clara.

Vuelve al ejercicio y profundiza más en el sentido de cada frase pero esta vez emplea tus propias reflexiones, que tengan que ver con tu vida.

¡Recuerda que la paz que estás sintiendo es TUYA!


La auto-soberanía: la verdadera libertad

Para entender qué es la verdadera libertad, tenemos que entender qué es lo que genera el sentimiento de esclavitud. No se trata de limitaciones físicas. Se trata de actitudes, creencias, hábitos y características de la propia personalidad que nos hacen sentir el peso de las situaciones.

Hay esclavitudes creadas a través de la mala convivencia con los demás en el pasado.

Hay esclavitudes relacionadas con las expectativas de los demás, la familia, la sociedad. 

Hay esclavitudes debidas a la atmósfera de confusión generalizada que existe en el mundo a nuestro alrededor.

Hay esclavitudes debidas a las propias debilidades internas.

Estos cuatro tipos de presión reprimen el sentimiento de ser libre. Las esclavitudes se adquieren. No forman parte de la naturaleza original del ser. 

Mediante el conocimiento sobre la naturaleza real de las esclavitudes, podemos disminuir su efecto de forma considerable. A ello se añade el poder que la meditación nos da. De esta manera podemos empezar a disfrutar de nuestra libertad verdadera: la espiritual.

Esta reconquista interna se denomina auto-soberanía. Ahora tenemos libertad para ser lo que siempre hemos deseado ser: pacíficos, alegres, bienintencionados, amables. Es precisamente esta nueva naturaleza que aflora lo que nos permite ganarnos los corazones de los demás.


jueves, 23 de abril de 2015

El proceso del apego

Debido al apego, nos aferramos a algo (objeto, persona, idea o creencia) y nos identificamos con ello en nuestra conciencia. Cuando el objeto de nuestro apego es amenazado o puede lastimarse o perderse, la experiencia habitual es de pesar y miedo. La posesividad y la ilusión de "mío" se instalan en el interior.

Dentro de la conciencia tenemos una mente para crear ideas, pensamientos, imágenes. Por ejemplo, en la relación con los demás, desarrollamos alguna creencia de cómo han de ser las cosas, de cómo han de comportarse con nosotros. Esta creencia se manifiesta en nuestra mente, en la forma de pensamientos que tienen su origen en la creencia. A la vez, habitualmente creamos una imagen conectada con esta creencia. Puede ser algo tan sencillo como: "Soy una persona experimentada, deberían escuchar mis consejos y hacerme caso".

El problema empieza cuando pierdo la conciencia de mi ser en esos pensamientos que está creando la mente, es decir, me identifico totalmente con esos pensamientos. Ahí es donde se genera el apego. Así que aparece alguien, y su comportamiento es completamente contrario a la imagen que albergo en la mente. Esa persona ignora mis sugerencias y no me escucha. En ese momento, nos lo tomamos como algo muy personal. Así que hay dolor, en la forma de ira, sea sutil o visible. ¿Por qué? Nos hemos identificado con una creencia o imagen de cómo han de ser las cosas y si alguien amenaza o ataca esa imagen o creencia es como si me atacaran o amenazaran a... mí mismo!

Por ello es esencial desarrollar la virtud del desapego. El desapego es el estado natural del alma. Podemos crear ideas, percepciones y perspectivas acerca de las situaciones y personas, pero no necesitamos aferrarnos a las mismas en nuestra conciencia. Nuestra conciencia es, originalmente, libre. Comprender el proceso del apego es el primer paso, completamente esencial, para iniciar el camino de vuelta a mi estado natural: libre de apegos e identificaciones erróneas.


El arte del pensamiento

La palabra “arte” a menudo implica un don de Dios pero, sin importar su origen, una obra de arte debe de ser cultivada, desarrollada y refinada por el artista. Así también sucede con el arte de pensar. Todos tenemos la habilidad de crear pensamientos, ¡podemos pensar! Sin embargo, potenciar el arte de pensar de manera de que nos permita experimentar el bien en la vida, y compartirlo con los demás, requiere de un proceso de entrenamiento y disciplina. Yo mismo, el ser espiritual, debo entrenar y disciplinar mi mente.

De la misma manera que el arte florece en el marco de una cierta calidad de cultura, la compañía, el ambiente y el estudio deben ser los adecuados para desarrollar mi arte de pensar. En la primera etapa de este auto-entrenamiento es de gran ayuda poder compartir y conectarnos con otras personas que estén involucradas en este proceso, para desarrollar la fortaleza necesaria. Más adelante en este viaje fascinante, yo mismo seré probablemente capaz de manejar el proceso sin ayuda de otros, pues para entonces el poder interior que habré desarrollado me permitirá resistir cualquier fuerza contraria. 


viernes, 10 de abril de 2015

El poder sanador del silencio

Se dice “El silencio es oro, las palabras son plata”. Cuando la mente permanece en verdadero silencio entonces los pensamientos se hacen muy elevados y pacíficos. Nuestro pensamiento se vuelve muy positivo. Entonces podemos crear pensamientos que traigan felicidad a los demás.

Si alguien está muy enfermo se le dan sedantes de manera que pueda descansar. Se advierte a las demás personas que mantengan silencio en la proximidad del enfermo. Pensar demasiado nos agota internamente. Si pensamos mucho, no podremos dormir bien y el descanso no será reparador.

A través de la meditación podemos visualizar y resetear nuestros patrones de pensamientos. En el silencio podemos experimentar hermosos momentos de paz y armonía. Podemos acumular el poder del silencio en nuestro interior. Podemos percibir quién somos realmente, nuestro verdadero ser.

En las escrituras indias se dice que “donde hay silencio está Dios”. A través del silencio interior podemos comunicarnos y experimentar el ser supremo.

En la meditación pensamos: soy un ser espiritual. Simplemente he venido aquí, a este escenario del mundo, a interpretar mi papel. Mi hogar verdadero es el mundo del silencio, el mundo de luz y paz. En base a nuestros pensamientos podemos ir conectando con la fuente de la paz, el ser supremo y el poder de la paz que recibimos es ilimitado. Ahora bien, esta conexión espiritual se basa en el amor espiritual, es el amor del alma hacia el alma suprema, es una relación espiritual y eterna.

En la experiencia de esta profunda conexión espiritual en el silencio, el alma puede renunciar sus debilidades y recargar la batería, sintiéndose llena y completa. Entonces podemos disfrutar de una vida llena de positividad a cada momento.

Sabiduría para el día a día

. Los pensamientos son como las semillas: cuando son sólidos y saludables, las palabras y las acciones también lo son
. Los pensamientos ocupan más tiempo y espacio en nuestras vidas que las acciones.
. Protégete de los pensamientos inútiles y negativos manteniendo una actitud positiva.
. Convierte los buenos pensamientos en el tesoro de tu vida y tendrás prosperidad.
. Con el fin de lograr la excelencia, aporto belleza y calidad a cada palabra y acción.
. Que la dulzura de mis pensamientos, palabras y acciones sea la más visible de mis virtudes.
. La verdad es como el sol: no puede permanecer oculta, siempre acaba saliendo.
. Si fomentas el sentido del respeto por ti mismo, la consideración te seguirá como una sombra.
. No permitas que la distancia que debes recorrer hoy te impida dar el primer paso.
. La autotransformación es el mayor regalo que puedes ofrecer al mundo.

. Disfruta del momento presente porque es el futuro en plena creación.
. Cuando estés cansado, recuerda los momentos de felicidad y recobrarás la fuerza.
. Si observas con calma, verás con mayor claridad las situaciones tal y como son.
. El optimismo y la conciencia clara son signos de una vida equilibrada.
. La libertad verdadera significa estar más allá de la influencia de la gente y las posesiones.
. La sencillez de carácter es el resultado más natural del pensamiento profundo.
. La aceptación es el secreto de la satisfacción. La apreciación es el secreto de la felicidad.
. Cuanto más desarrollo el hábito de percibir la bondad, más emerge mi propia sensación de bienestar.
. Solo puedo dar lo mejor de mí a los demás cuando estoy en contacto con lo mejor de mí.
. Haz las cosas con tanto amor de tu corazón que nunca más desearías hacerlas de otro modo.