miércoles, 22 de agosto de 2018

EL PRINCIPIO DE OBSERVAR Y NO ABSORBER


Cuando observamos adoptamos una nueva posición mental. En cualquier situación o relación que nos encontremos, observar es una habilidad silenciosa, una habilidad que necesito aprender si quiero percibir con claridad qué cambios positivos son necesarios en una situación o con una persona. Un observador mantiene su mente clara, libre y está abierto a nuevas perspectivas, porque aprende a escuchar y sintonizar para captar la realidad del otro.

Observar nos capacita a ser creativos, productivos, efectivos, ya que hemos dejado un espacio para un entendimiento mejor y verdadero. Si no aprendemos este arte de observar, reaccionamos y nos absorbemos e involucramos en la negatividad de la persona o el evento. Nos perdemos en las arenas movedizas de aquello que es erróneo, y nunca podemos solucionar las cosas. Si absorbemos nos llenamos de emociones negativas. La gravedad del exceso de peso no nos permite elevarnos y percibir la realidad de las cosas, perdemos perspectiva. Si queremos entender, la posición mental de observar nos da el poder de la perspectiva.

Podemos observar a un pájaro y una hormiga; la hormiga siempre está ocupada, tropezando en todo con sus prisas por encontrar comida y guardarla. Sólo puede ver aquello que está enfrente de su nariz. En cambio el pájaro se aleja de la tierra, vuela hacia lo alto, y empieza a ver con perspectiva amplia, en comparación como la veía en el suelo o sobre una rama. Viendo toda la escena tiene la perspectiva del terreno y puede ver donde quiere ir y lo que tiene que hacer. Cuando perdemos perspectiva nos quedamos atrapados en los detalles, nos olvidamos de lo obvio o principal, y no podemos pensar o imaginar acerca de otras realidades.


CONSTRUIR PUENTES Y ELIMINAR LOS MUROS


A continuación vamos a compartir aspectos importantes para construir más puentes y eliminar los muros:

Confianza – Aprende a confiar, porque confiar en uno mismo, en los demás y en la vida abre posibilidades imprevistas. No te preocupes demasiado si te engañan, si el otro no dice la verdad, si, si, si… Deja estos “si” y actúa. Como se suele decir: “Quien nada arriesga, nada gana.”

Fe – Salta por encima de las barreras; no las conviertas en excusas. Si no aceptamos retos, nuestra vida es una vida de “aburrida seguridad” cuyo fundamento está en el miedo a la novedad y al cambio. Puede parecer cómoda y segura, pero es de una seguridad ilusoria, que puede romperse en cualquier momento, de cualquier forma.

Aceptación – Los errores, los contratiempos, los fracasos, las decepciones forman parte del proceso de crecimiento y de conocimiento, y no hay que condenarlos o temerlos. Todo ser humano los ha experimentado o los está experimentando, y los continuará experimentando.

Siempre queda luz – Todas las cosas tienen su significado y, si no ahora, al final, entenderemos ese significado. Es sano para la mente y el cuerpo no cargar con el peso de la exageración y la falta de perspectiva.

La vida es un juego – Conoce las reglas y juégalo bien. Un buen jugador entiende, por eso es tranquilo, tolerante y flexible, no se queda atascado en una jugada, un movimiento u otro jugador durante demasiado tiempo, concede el respeto y la atención debidos, pero sigue adelante. Un buen jugador desempeña en el juego el papel que le corresponde y no intenta desempeñar el de los demás.

Amor propio – Reconozcamos nuestra realidad espiritual como seres humanos con recursos de calidad en su interior que tienen siempre que estar abiertos para usarlos. No necesitamos aceptar falsos apoyos del exterior, como un nombre, fama y elogio. Somos lo que somos por lo que hay en nuestro interior. Nuestro punto de referencia es lo que de eterno y valioso hay en nuestro interior; entonces no puede darse el miedo a ser dañados.

Silencio y perspectiva positiva – Cuando nos damos cuenta de la importancia de estar en silencio y quietud de vez en cuando, entonces nuestra positividad hacia el ser y la vida se reexamina y renueva. De lo contrario, la velocidad e inmensidad de las fuerzas negativas, provengan del ser o de los demás, sin duda nos harán temerosos.

Alejémonos de las presiones de la vida y aprendamos a romper las cadenas del miedo que nos atan y nos impiden progresar espiritualmente.


miércoles, 15 de agosto de 2018

Mejorar las relaciones personales


Desde una perspectiva de progreso y desarrollo espiritual, el enfoque en la relaciones es aceptar a los demás tal y como son y tratar de armonizar con las diferentes personalidades. Es un hecho que las personas, con sus diferentes personalidades, idiosincrasias y caracteres, se convierten en ocasiones en un reto en relación a nuestra propia personalidad e idiosincrasia.

Se vuelve preciso aprender a mantener nuestro auto-respeto y reafirmarnos en nuestros valores y principios y cualidades espirituales, particularmente cuando confrontamos difamación u obstáculos. Es propio de una visión de corto alcance desear las condiciones ideales, porque éstas, aparte de no cumplirse, limitarían nuestro desarrollo y crecimiento. El desarrollo y el cultivo de los valores y la práctica espiritual se producen mejor en las condiciones de adversidad. Algunas estrategias efectivas basadas en la aplicación de los valores espirituales son:

1. Considerar los errores de los demás como los propios.
El ego falso nos hace criticar los errores de los demás y adoptar la actitud de superioridad. Considerar los errores de los demás como propios nos permite una ventaja psicológica sobre nuestras reacciones críticas usuales. Es una práctica común el esconder nuestros errores y dirigir la atención a los errores de los demás para evitar la incomodidad de admitir nuestros propios defectos y nuestra inhabilidad de afrontar la crítica y las correcciones que otros nos puedan hacer. Esta nueva estrategia hace posible que las fuertes reacciones del ego que se manifiestan en críticas hacia los demás se redirijan hacia nosotros mismos y nos permitan alcanzar niveles de comprensión mayores acerca de nuestros propios defectos. Esto a la vez nos hace más sensibles a los sentimientos y la reputación de los demás y nuestro comportamiento se vuelve más humilde.

2. Aquellos que nos insultan son nuestros amigos verdaderos.
Esto es lo opuesto a lo que pensaríamos instintivamente. Esta estrategia revierte nuestra reacción instintiva del ego hacia la crítica y nuestro deseo de escuchar únicamente cumplidos y halagos. Esta técnica corto-circuita nuestra reacción defensiva del ego. Si lo que nos dicen es falso, es necesario mantener nuestra propia dignidad y auto-respeto. Si es verdadero, nos beneficiamos mucho al aceptar comentarios directos y honestos, en lugar de rechazarlos con arrogancia como insultos. Un amigo verdadero es alguien que nos beneficia. Si una verdad magulla o daña nuestro ego falso, esto es útil, porque nuestra meta es liberarnos del falso orgullo y permanecer estables en un estado de verdadero auto-respeto.

3. Permanecer desapegado frente al éxito o al fracaso, la alabanza o la crítica, las situaciones buenas o malas.
Ésta es una estrategia que entraña dificultad porque la conciencia está muy ligada a sus percepciones sensoriales. Con la ayuda de la meditación nos podemos hacer lo suficientemente silenciosos y desapegados como para liberarnos de las ilusiones de la información sensorial. Si nos apoyamos en la alabanza, nos veremos forzados a aceptar la difamación hasta el mismo punto. Para neutralizar esto, debemos practicar el desapego en relación a los éxitos y la alabanza, entonces podremos mantener desapego igualmente cuando afrontemos el fracaso o el rechazo. Este nivel interior de equilibrio, estabilidad y ecuanimidad se describe como el estado final de una práctica espiritual firme y consistente.

sábado, 11 de agosto de 2018

La sabiduría


La sabiduría nos enseña 
que todo lo que ocurre en esta gran obra de teatro 
tiene un profundo significado, aunque
a veces por ignorancia pensemos que la vida 
funciona por casualidades.

Lo que vemos hoy, no es fruto de la casualidad, 
sino de las semillas plantadas en el pasado. 

Sembremos semillas de paz en el presente 
y crearemos una vida de paz para el futuro.

El que tiene sabiduría vive según su propósito. 
Su vida da sentido a todo lo que hace. 

No vive según el reloj, haciendo, 
sino que vive siguiendo su brújula, 
asegurándose de que está en el camino 
que le dirige hacia su destino.

Las circunstancias son como objetos, 
no están vivas, nosotros les damos vida. 

Lo positivo es más poderoso que lo negativo. 
Lo positivo es lo innato, 
lo negativo es simplemente su carencia. 

La luz existe y su ausencia es la oscuridad. 


Nunca olvides que eres un ser espiritual 
que puedes decidir qué actitud tomar ante la vida. 
Tienes un enorme potencial positivo todavía por descubrir. 

Estos pensamientos te ayudarán a afrontar 
cualquier circunstancia de la vida con otra perspectiva.

Estar presente


Habitualmente culpamos a nuestra fortuna cuando las cosas van mal. Nos quejamos de que la vida es injusta, o nos arrepentimos de acciones del pasado que han provocado la situación actual. Sin embargo, pensar demasiado en lo que fue mal en el pasado significa que no podemos experimentar plenamente el presente.

En lugar de maldecir mis acciones del pasado, necesito sacar el máximo provecho del presente. Lo que sea que haga hoy, me beneficiará ahora, así como en el futuro. Necesito prestar atención de forma que lleve a cabo las acciones correctas y pueda crear la mejor fortuna para mí mismo.

Entender la importancia de mis acciones es crear mi propia fortuna

A la vez, cuando celebramos, solemos olvidarnos de nuestras preocupaciones durante un cierto tiempo y disfrutamos de la compañía de las personas que nos rodean. Lo que sucede es que una vez que se acaba la celebración, volvemos a nuestros pensamientos rutinarios. Considerar la celebración como algo temporal significa que con frecuencia no disfrutamos tanto de la vida como deberíamos.

La verdadera celebración significa disfrutar de la belleza y alegría de cada momento. Celebrando cada momento mantendremos el entusiasmo en la vida. Dejaremos de buscar ocasiones especiales para estar felices y en lugar de ello usaremos cada momento de la mejor manera.

Celebrar es disfrutar de cada momento.