sábado, 27 de junio de 2015

Liberarse de las preocupaciones y olvidar el pasado

Saber perdonar y olvidar es una muestra de amor. Muchos viven esclavizados por el pasado. La situación ya pasó, dejó de existir, pero sigue viva en sus mentes.
Abre tu corazón, sé generoso, libérate de ese pesar, perdona y olvida.
Esto te permitirá vivir cada momento presente en paz.

Para mantenerte contento en cada situación, recuerda aquello que te ha entusiasmado, aquello por lo que ha valido la pena vivir. Olvida lo viejo, lo que no tiene valor, lo que te ha robado la ilusión. Creces y avanzas en la vida, gracias a lo que te motiva y te ilusiona. Te deprimes recordando tus errores y debilidades.

Las preocupaciones son una ilusión. Te hacen vivir en el futuro creyendo que estás ocupado, cuando en realidad te alejan del presente. Las preocupaciones son una excusa para dejar de hacer lo que de verdad tienes que hacer.

La persona reactiva, da la sensación de estar muy ocupada, manifiesta su preocupación a los demás, pero lo cierto es que con todas sus preocupaciones no consigue resolver ninguno de sus problemas.

La persona proactiva enfoca toda su atención en el presente, actúa con iniciativa.
Sabe que permaneciendo tranquila y libre de preocupaciones es mucho más efectiva.

Tus acciones son el espejo de tus pensamientos. Puedes esconder tus pensamientos, pero no puedes esconder tus acciones. Ten pensamientos elevados y tus acciones se harán elevadas.

La fe firme en tus objetivos y la confianza en ti mismo determina tu destino.
Asegúrate de no olvidar tus objetivos, no permitas que aparezcan las dudas, y en lugar de ver problemas, tan solo verás posibilidades.

Autocontrol no es reprimir mis emociones, o soportar la presión de las circunstancias.
Autocontrol es comprender que eres el creador de tus propios pensamientos y sentimientos, que puedes ser creativo y encontrar nuevas respuestas. Esto te ayuda a mantener la calma y serenidad.

Buscas aquello que sabes que existe, porque ya lo has experimentado en el pasado.
Toda tu búsqueda termina cuando te encuentras a ti mismo. No necesitas ir a ningún lugar, ni buscar fuera de ti, sino volver a ser, lo que ya fuiste. Tu vida se llena de paz cuando descubres que tan sólo tienes que ser tú mismo. Ser lo que siempre has sido: un ser de paz.


Conquistar los pensamientos inútiles

Los síntomas de los pensamientos inútiles son sentimientos de angustia, pérdida de felicidad o de bienestar, una mente alterada llena de confusión o incapacidad para tomar decisiones precisas.

Pensar una y otra vez sobre una acción desafortunada ya realizada no es una forma correcta de usar el tiempo. Arrepentirse es bueno si se reconoce como el medio de llevar a cabo una transformación. Sin embargo, la transformación del ser debería suceder en el momento en que hay comprensión y reconciliación. En ese momento, deberíamos discernir si algo fue correcto o erróneo. Después, en un segundo, decidir qué acción o acciones evitaremos de ahora en adelante y qué acción o acciones serán las que potenciaremos en su lugar. El poder de esta decisión debería aportarnos la experiencia de la felicidad del logro para el futuro.

La práctica de pasar el tiempo pensando sobre las debilidades de los demás nos hace descender a las esferas de influencia de los demás. De esta forma, uno se influye por la carga de pensamientos, en vez de ser él el que influye sobre los mismos. Para acabar con la costumbre de habitar en el vacío de las debilidades de los demás hay que pensar sobre las propias virtudes, valores y fortalezas así como en lo que falta en la propia esfera de influencia. ¿Qué virtud personifiqué hoy? ¿Qué fortaleza debería haber experimentado, sobre la que trabajaré mañana? ¿Qué valor demostré? ¿Qué necesita desarrollarse aún?

El poder de controlar los pensamientos comienza con:
1) el compromiso con la creencia de que uno tiene una habilidad innata para cambiar los pensamientos inútiles en pensamientos valiosos, y
2) hacerse responsable de los pensamientos, que son las semillas de los sentimientos, las palabras y las acciones. La práctica de desarrollar el poder de controlar consiste en examinar y cambiar a conciencia la calidad y la dirección de los pensamientos.


lunes, 1 de junio de 2015

Positividad y auto-respeto

En las situaciones difíciles, a veces nos podemos sentir desamparados. Esto genera tensión, que a menudo acaba expresándose como alguna forma de agresividad. Esta clase de agresividad no se puede reprimir o controlar y así las cosas se complican y las relaciones se llenan de conflicto.

Cuando nos respetamos a nosotros mismos, podemos mantener nuestra mente calmada. No reaccionamos ante las situaciones de una forma negativa. En lugar de ello, nos tomamos tiempo para comprender la situación y responder de la manera adecuada. Tomamos las decisiones en un estado de la mente sereno y así, aprendemos a sentirnos relajados incluso en las circunstancias más difíciles.

Quien tiene auto-respeto se libera de la agresividad.

Cuando queremos ser más positivos, prestamos más atención a nuestras acciones, asegurándonos de que reflejen lo mejor de nosotros. También pensamos acerca de las palabras que utilizamos. Pero con frecuencia no nos enfocamos tanto en la calidad de nuestros pensamientos. Cuando ciertos patrones de pensamientos se vuelven repetitivos, llegan a controlarnos internamente.

Es importante que desarrollemos el hábito de pensar positivamente. Cuando los pensamientos son positivos, se vuelven poderosos. Cada pensamiento se convierte en un tesoro del que puedo obtener fortaleza. Entonces, nuestras palabras y acciones se vuelven de forma natural más poderosas también.

Entender y apreciar el tesoro de los pensamientos nos capacita a crear pensamientos poderosos y beneficiosos.


Determinación es la clave del éxito

En cada área de nuestra vida, la determinación es sin lugar a dudas la clave del éxito. Y en el contexto de nuestro fortalecimiento espiritual, sin determinación no podemos transformarnos, cambiar ni avanzar.

La determinación, desde el punto de vista espiritual, no tiene nada que ver con forzar ni presionar para que algo suceda, ya que en nuestro ser, tales actitudes no van a dar ningún resultado favorable. Antes al contrario, viendo que no conseguimos nuestros objetivos, el desánimo puede ser el destino de tales esfuerzos. No podemos por tanto, forzar nuestro cambio interior.

Determinación significa incrementar el poder y la capacidad en los pensamientos. Se trata de que cuando creo el pensamiento de que algo tiene que cambiar en mí, algo tengo que soltar y algo tengo que potenciar y vivir más, este pensamiento se pone en la práctica.

A veces, las cosas pueden parecer muy grandes y difíciles de conseguir, pero, sin empujar ni forzar, si mantenemos determinación y paciencia acerca de ello, y sin estar apegados a que suceda de manera inmediata, nos damos cuenta de que se consiguen de forma muy natural.

La determinación tiene que ver con la energía del pensamiento. El pensamiento es tan puro y concentrado que toma forma práctica. Con determinación también desarrollamos confianza y no nos desanimamos. Aquello que queremos que suceda tendrá lugar en el momento adecuado. Si el pensamiento está alineado con el ser, con los demás y con Dios, entonces nada es imposible. Va a suceder. Es la seguridad y confianza de que éste es un pensamiento correcto y puro y por tanto, tomará forma práctica.

La determinación proviene de la serena y profunda convicción de que nada ni nadie me puede impedir tomar las riendas de mi conciencia, de mi ser y encaminarme hacia el destino espiritual con el que me he comprometido: el destino de la paz, de la libertad y de la plenitud.