miércoles, 12 de febrero de 2020

Libertad y transformación


La Necesidad de Transformación
No es suficiente el simplemente desear tales ideales de paz mundial, hermandad universal y libertad individual. Estos deseos sólo se pueden lograr cuando los individuos y los países se comprometan al logro de tales metas. Los que están comprometidos comprenden completamente la necesidad de transformación. En el momento presente, vemos que las cosas no pueden continuar como están. Ha de producirse una transformación en nuestra conciencia, nuestras actitudes y nuestros valores. Cuando eliminemos las causas de la intranquilidad, es decir cuando nosotros, como individuos y como naciones, nos demos cuenta de la influencia de aspectos tales como la ira, el egoísmo y el ego en nosotros, sólo entonces se podrá plantar la semilla de la paz.
Verdadera Libertad
La verdadera libertad es casi inexistente en el mundo de hoy. La verdadera libertad significa no sólo que soy libre para hacer lo que quiero, también significa que haga lo que haga, no debo someter a ninguna otra alma. Cada pensamiento, palabra o acción míos deben ayudar a crear verdadera libertad en este mundo. Ésta es la relación que debo aceptar si realmente deseo ver a la humanidad evolucionar hasta el punto en que las enfermedades de la soledad, el miedo y el pesar cesen de existir.
El poder de Dios
Yoga significa unión con Dios, el Padre de toda la humanidad. Nos permite distanciarnos de nuestra identidad mundana y experimentar nuestra propia eternidad. Todos necesitamos poder experimentar este vínculo con Dios y tomar del Supremo el poder al que podemos acceder. A través de ese poder somos capaces de conquistar la negatividad. Cada uno de nosotros esta influenciado por una cierta cantidad de negatividad en este momento. La práctica del yoga, la unión con el Supremo, nos da el poder para cambiar esto.

Pensamientos que sanan


Sólo hemos sufrido a través de la conciencia con la que hemos percibido las situaciones. Con este entendimiento podemos crear pensamientos que sanen nuestras vidas. Nuestro dolor y sufrimiento surge de percibir como verdadero lo que no es real. Cuando elegimos pensar acerca de lo que es eterno vemos la verdad. Sanarnos se basa en estos pensamientos.
Creamos experiencias a través de nuestros propios pensamientos. Hemos de ser conscientes del poder de nuestra mente. Necesitamos tomar la decisión de no permitir que las influencias externas dicten cuáles son nuestros pensamientos y sentimientos. No dejarnos influenciar por las opiniones, actitudes y negatividad de los demás. Convertirnos en los dueños de nuestros pensamientos, experiencias y destino.
Los pensamientos hirientes surgen de la ilusión del ego. Creamos el ego al olvidarnos de nuestra naturaleza espiritual y eterna y nos identificamos con el cuerpo, el rol y los factores limitados de nuestras circunstancias. La base del ego es el miedo. Todo lo que percibimos a través del ego es falso y nos separa de todo lo que realmente somos. A través del ego sufrimos. Cuando expresamos pensamientos hirientes a los demás a través de nuestras palabras y acciones posicionamos nuestro ego en contra del de la otra persona. Ninguno de los dos egos es real, pero ambos bandos se hieren con la interacción.
Podemos elegir desprendernos de las heridas del pasado, comprender que son el resultado de una identidad equívoca. Concentrémonos en conocernos a nosotros mismos como todo lo que realmente somos - un alma pacífica - y renovemos nuestra verdadera identidad. Reconozcamos que los que nos han herido estaban bajo la influencia de lo que no es real y perdonémosles. Perdonémonos también a nosotros mismos.