domingo, 16 de junio de 2019

La comunicación (II)



¿Cuáles son las maneras de mejorar la comunicación?
 
•  Escuchar con los dos oídos. Debo ser un oyente activo prestando atención y estando plenamente con la persona y con el momento. Si no lo estoy, escucho por una oreja y por la otra no, o sea solo escucho a medias, lo que inevitablemente crea malentendidos.

• Comprender de dónde parte la otra persona. No limitarse a dar por supuesto, imaginar o juzgar; cuando lo hacemos, nuestra visión crítica inhibe a los demás de expresar lo que quieren decir. Entonces, a causa de suposiciones equivocadas o acertadas a medias, los demás no tienen la posibilidad de moverse o expresarse fuera del marco de referencia que nosotros les hemos impuesto. Para dar a los demás de verdad una oportunidad de expresarse, debemos evitar encajarles en nuestro marco de referencia prefabricado.

• Pensar antes de hablar. Eso no es nada nuevo, pero aunque lo oigamos con frecuencia nos olvidamos de aplicarlo. Pensar antes de hablar significa mostrar consideración a los otros y entonces decir la palabra acertada, en el momento justo, de la manera justa.

•  Decir lo que queremos decir, siempre. Cuando hablamos con valentía y con una calmada confianza en nosotros mismos sin violencia, la comunicación es sincera, abierta, transparente y de confianza. La valentía no es decirles a los demás lo que creemos que los demás quieren oír. Si nos falta la valentía debido a la necesidad de aprobación y aceptación, entonces la comunicación y la relación consiguiente se queda en algo superficial y artificial. Nadie se siente satisfecho con una situación así.

•  Aprender el lenguaje del silencio. Es la base de la intención correcta, de los sentimientos positivos y de las actitudes transparentes. En este lenguaje, sólo hay una gramática: la sinceridad y la bondad. La sinceridad crea claridad y la bondad crea respeto.
 
Cuando nos tomamos tiempo para reflexionar sobre nuestro nivel de comunicación con todas las personas que conocemos, lo que hemos comprendido en silencio se manifestará en la calidad y facilidad con que interactuaremos con los demás: sea con uno mismo, con los demás o con la Fuente Suprema de Luz.

La comunicación (I)



Una gran parte de nuestra comunicación es no verbal y raras veces nos damos cuenta de cómo afecta a los demás. Nuestro tono de voz, nuestro lenguaje corporal (especialmente, nuestros ojos y nuestra cara), nuestras actitudes y nuestros sentimientos se están comunicando continuamente a los demás, expresando ira, miedo, amor, confianza, rechazo; en realidad, todas nuestras emociones. No podemos ocultar lo que queremos decir; podemos hacerlo durante un tiempo, pero al final la verdad aparece. 

Para comunicarnos con claridad, el primer paso es el silencio, o sea, la capacidad de escuchar.

Además de escuchar, la comunicación consiste también en compartir, entender y disfrutar lo que los demás tienen para ofrecer. La comunicación auténtica cura y alimenta.

La comunicación no se da sólo con los demás, sino también con uno mismo, con Dios y hasta con la naturaleza. Estar en silencio, concentrado y abierto nos permite sintonizar con los demás de modo que podamos responder de una forma adecuada y significativa, no sólo de forma mecánica.

¿Cuáles son los obstáculos que bloquean la comunicación positiva? Cuando nos comunicamos ¿reflexionamos o desviamos lo que queremos decir? ¿Está claro lo que comunicamos o es confuso para los demás?

He aquí algunas causas corrientes que hacen que la comunicación se bloquee:

• Una multitud de pensamientos, de palabras y acciones nos sobrecargan, lo cual nos lleva a ser incapaces de pensar con claridad. Perdemos la esencia de lo que tratamos de transmitir.
• Estar perdido en nuestras propias emociones o ideas. En tal estado no escuchamos a los demás con atención.
• Recordar el pasado de forma negativa. Eso no nos permite sintonizar adecuadamente con nuestro presente y futuro. Cuando no nos comunicamos adecuadamente con las necesidades del tiempo presente, perdemos oportunidades.
• Falta de sinceridad. Cuando nuestros pensamientos y sentimientos son honestos y respetuosos, entonces el corazón de los demás se nos abrirá. Se habrá construido una vía positiva de confianza y la comunicación corre por ella positivamente.
• Crear percepciones y sentimientos negativos sobre los demás, es decir, visualizarlos y etiquetarlos. Estos sentimientos, por más ocultos que estén, al final siempre se comunican a los demás, a un nivel sutil, no verbal, y crean una atmósfera de tensión y malestar.
• No soltar las percepciones y los sentimientos negativos. El único método de renovar nuestra relación con los demás es soltar la negatividad todos los días, para evitar acumular. Demasiado a menudo, la acumulación ocurre sin que nos demos cuenta y nos preguntamos por qué no hay ninguna respuesta positiva.
• Falta de silencio. Adentrarse profundamente en el ser y poner nuestros pensamientos y sentimientos en la cuarentena del silencio permite que se conviertan en positivos. La cuarentena
de la relajación silenciosa atenúa la rabia y la culpa y las quejas que a menudo le acompañan.