sábado, 13 de febrero de 2021

La naturaleza real del tiempo


Cuando comencé a tener una visión alternativa del mundo basada en la visión del tiempo como un ciclo, muchas cosas comenzaron a encajar en el rompecabezas de la existencia. Me entretenía con muchas analogías conectadas para cambiar mi perspectiva.

Por ejemplo, si yo fuese del tamaño de un electrón, la distancia entre la silla donde estoy sentado y la puerta sería el equivalente a años luz. Otras partículas atómicas y subatómicas serían como tantas estrellas y planetas. Lo que para un golfista luce como una suave alfombra de hierba, para una hormiga es un espeso bosque. Los perros ven el mundo en borrosas tonalidades de gris pero perciben un mundo de sonidos y olores mucho más rico que de los seres humanos. Aparentemente, las abejas ven el mundo en luz ultravioleta para poder acertar rápidamente en el blanco del néctar de las flores. Todo es relativo al tamaño, la calidad de la visión y de las características del observador.

Así, el alma humana, confinada por su propia conciencia de cuerpo, no tiene manera de percibir realmente lo que está más allá de la información sensorial y visión del mundo disponible. Solamente vemos lo que es pertinente y nos interesa a nosotros, nuestros roles específicos e historias individuales. El pensamiento es superficial y cualquier cosa más profunda o de mayor inquietud, es archivada para su reflexión posterior, cosa que con frecuencia no tenemos tiempo de hacer.

Solamente en la conciencia de ser un alma, que siempre ha existido y que ha pasado a través del proceso de muchos nacimientos y renacimientos, podemos acercarnos un poco a comprender el verdadero significado de eternidad.

Ver el curso completo de un río, desde las montañas hasta el mar, en una sola mirada, implica ir hacia arriba muchos kilómetros y mirar hacia abajo. “Percibir” el principio, medio y final de la historia como una historia clara con tramas y sub-tramas definitivas, depende de entender con el intelecto. Esto significa que el alma, si es capaz de ir más allá de la atracción del cuerpo y de las conexiones corporales y establecer un vínculo firme con una conciencia más elevada, solamente entonces podrá apreciar completamente la naturaleza real del tiempo.

Extracto del libro:
El carrusel del tiempo.
Una explicación alternativa para nuestra existencia
Ed. Brahma Kumaris

Ken O’Donnell 

Tu verdadero "yo"


Sabes por propia experiencia que todo viene y va. Nada permanece. Y lo que también sabes es que cuando te aferras a cualquier cosa que llega a ti y no la sueltas, te hace la vida desdichada. Quizás desdicha sea un término demasiado fuerte. Quizás al principio sea incomodidad; luego inseguridad; luego estrés. Por eso el apego está en la raíz de todo sufrimiento. Y cuando te apegas y sufres simplemente significa que no estás siendo tu verdadero “yo”, lo que realmente significa que no estás viviendo una vida verdadera.

Cuando te apegas a cualquier cosa, es como si estuvieras asfixiando lentamente a tu “yo” con... tus apegos. Y, al hacerlo, la tensión de aferrarte y el miedo a la pérdida van creciendo gradualmente. Es como si estuvieras matando tu “yo” mientras vives y, por lo tanto, pierdes tu vida. Soltar conscientemente todo aquello a lo que te estás aferrando es la forma de vivir... ¡verdaderamente! Y, cuando sueltas todo aquello a lo que estás apegado y con lo que te identificas, sólo entonces puedes ser tu “yo”.

Sólo entonces puede revelarse tu verdadero “yo”, sólo entonces puede revelarse el verdadero amor, porque todos los miedos han desaparecido. Todos los apegos, que has usado para encerrar y reprimir la luz de tu corazón, han desaparecido. Sólo entonces eres verdaderamente libre. Sólo entonces puedes dar sin ninguna condición. Y sólo entonces puedes ser auténticamente feliz.

Todo esto suena simple y fácil en teoría, pero, por supuesto, la realidad de su implementación en la vida cotidiana es otra cosa. Por eso es necesario dedicar un tiempo, todos los días, a algún proceso de contemplación o meditación.

Extracto del libro:
Los 7 mitos del verdadero amor.
Un viaje desde la mente hasta el corazón del alma
Ed. Kier

Mike George 

Un cambio de paradigma


La trampa de los deseos, nos atrapa en una espiral interminable de la que no podemos salir. Al satisfacer un deseo de la mente, se crean diez más. Es como entrar en un laberinto sin salida. Se comportan como un dragón hambriento pero que es insaciable.

Todos los deseos parten de una profunda creencia compartida, tan arraigada en nuestro subconsciente, que pocos se atreven a cuestionarla: «Cuando consiga todo lo que la mente me pide, seré feliz. Cuando satisfaga todos mis deseos conseguiré la calma».

Tener muchos deseos es francamente agotador. Debemos saber poner fin. Se trata de simplificarlo todo. La vida es mucho más sencilla. Es muy importante que nos hagamos la pregunta: « ¿Realmente necesito todo lo que deseo?». Seguro que no.

Muchos pensarán que vivir sin deseos es muy aburrido. Estamos de acuerdo hasta cierto punto. Si nuestros deseos consisten en ser más honestos con nosotros mismos, conocernos cada día más, ser más solidarios, querer un mundo y una situación más justa para todos, ..., ¡adelante! Propóntelo, pues estos anhelos son grandes fuentes de satisfacción interior, que te conducirán a la calma.

Edificar la calma interior requiere un cambio de paradigma sustancial, el proceso tiene que pasar por sustituir la vieja creencia por una nueva: «No necesito tantas cosas para sentirme lleno, comida, ropa, posesiones materiales... Para reducir los deseos tengo que cultivar la sencillez y aprender a desacelerar la mente y disfrutar del presente. Al mismo tiempo tengo que comprender que la verdadera satisfacción, la que es sostenible, no proviene en ningún caso del exterior, sino de conectar con mi estado natural de calma y cultivar mi armonía interior».

Extracto del libro:
Arquitectura de la calma
Una guía práctica para encontrar la serenidad y el equilibrio interior

Ed. Luciérnaga

Vicenç Alujas y Guillermo Simó 

Hacia tu feliz destino


Una vida llena de sentido, con objetivos claros, está a tu alcance a partir del momento en que decides que así sea. La paz está en ti y las dificultades también. Hay que aprender a hacer que la paz venza las dificultades.

Para ello tienes que comenzar a vivir de acuerdo con la verdad de tu yo interior. No basta con la simple voluntad de vencer. Es preciso elaborar un plan de progreso espiritual inspirado por una meta elevada pero establecido en la realidad de tu estado actual y en los posibles obstáculos que puedan interferir con el objetivo de dicha meta. Alcanzar la paz interna es un compromiso serio, pero también lleno de sorpresas agradables.

En el mundo, el éxito se mide en función de aspectos materiales. En el mundo espiritual, el éxito es la medida de la victoria sobre tus propias flaquezas y pretextos. Este éxito está al alcance de todos. Si la meta es clara y la resolución es firme, hay muchas garantías de que cada paso que des te lleve un poquito más hacia delante, en dirección a tu feliz destino.

Extracto del libro:
La paz comienza contigo 
Ejercicios de paz para enfrentar las crisis 
Ed. Brahma kumaris 
Ken O’Donnel

Existencia individual y colectiva


Hay dos caras de la misma moneda; una persona que desea vivir plenamente como ser humano necesita entender que la existencia de la propia individualidad, con su carácter único, debe ser reconocida como tal, tanto como la existencia de lo colectivo. Uno no puede existir sin los demás.

Los individuos que están desarrollando su espiritualidad tienen claro su valor personal. Reconocen su carácter único sin ninguna falsa humildad y tienen la sensación de que son libres de ser cualquier cosa que quieran ser. Simultáneamente, su sentido de la independencia personal les permite estar cerca de los demás y trabajar con ellos. Su independencia no es egoísta. Intiman con los demás porque han encontrado la plenitud en su propio yo.

Alguien que verdaderamente haya encontrado el valor del yo por encima y más allá de las etiquetas, el nombre, la fama y la aprobación, puede cooperar efectivamente en la colectividad e interactuar adecuadamente. Estas personas no sólo sienten que forman parte del todo sino que, lo que es aún más significativo, el colectivo siente que ellos forman parte del todo.

 

Extracto del libro:   
Pensamiento oriental para la mente de occidente   
Visión del Raja Yoga   
Ed. Brahma Kumaris   

Anthony Strano  

Conciencia de la dimensión espiritual


Para el mundo, el reo no tiene misericordia. Para el reo, el mundo no tiene misericordia. Así continúa la larga y fuerte cadena de falta de humanidad hacia nuestra familia. Una persona juzga a otra y decide el precio a pagar.

Mostrar misericordia no es un signo de debilidad en la personalidad. Más bien es un signo de gran fuerza, visión y sabiduría. Ser misericordioso es mostrar una comprensión previa de las situaciones en la vida, que van más allá de los hechos y evidencias que se presentan a simple vista.

Tener misericordia indica tener una conciencia elevada, tan alta, que a pesar de las diferencias y las malas acciones, podemos tener la fuerza para decir “comprendo y perdono”.

Mientras nuestra conciencia esté regida por lo limitado, nuestra comprensión no puede desarrollarse. Sólo cuando reconozcamos la dimensión espiritual incrementará nuestra comprensión. La verdad, el amor y la paz son espirituales y sólo la conciencia de la dimensión espiritual puede despertarlos.

Extracto del libro:
Un pensamiento para hoy
Ed. Brahma Kumaris

Brahma Kumaris