En las situaciones difíciles, a
veces nos podemos sentir desamparados. Esto genera tensión, que a menudo
acaba expresándose como alguna forma de agresividad. Esta clase de
agresividad no se puede reprimir o controlar y así las cosas se
complican y las relaciones se llenan de conflicto.
Cuando nos
respetamos a nosotros mismos, podemos mantener nuestra mente calmada. No
reaccionamos ante las situaciones de una forma negativa. En lugar de
ello, nos tomamos tiempo para comprender la situación y responder de la
manera adecuada. Tomamos las decisiones en un estado de la mente sereno y
así, aprendemos a sentirnos relajados incluso en las circunstancias más
difíciles.
Quien tiene auto-respeto se libera de la agresividad.
Cuando
queremos ser más positivos, prestamos más atención a nuestras acciones,
asegurándonos de que reflejen lo mejor de nosotros. También pensamos
acerca de las palabras que utilizamos. Pero con frecuencia no nos
enfocamos tanto en la calidad de nuestros pensamientos. Cuando ciertos
patrones de pensamientos se vuelven repetitivos, llegan a controlarnos
internamente.
Es importante que desarrollemos el hábito de pensar
positivamente. Cuando los pensamientos son positivos, se vuelven
poderosos. Cada pensamiento se convierte en un tesoro del que puedo
obtener fortaleza. Entonces, nuestras palabras y acciones se vuelven de
forma natural más poderosas también.
Entender y apreciar el tesoro de los pensamientos nos capacita a crear pensamientos poderosos y beneficiosos.
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